Si, hoy en día es bastante fácil.
Gracias a la difusión de plataformas digitales y a las mejoras que han realizado los principales actores involucrados con los mercados financieros, hoy en día la inversión en la bolsa de valores está prácticamente al alcance de casi todo el mundo.
En principio, sólo necesitas tener una cuenta de corretaje, es decir una cuenta con un corredor de bolsa que te dé acceso a poder comprar y vender los instrumentos que van a ser parte de tu cartera de inversiones. Hoy en día es muy sencillo abrir una cuenta de corretaje. Es un proceso que se lleva a cabo en forma remota y para el que se sólo se necesita tener un documento de identidad y una prueba de residencia que corrobore la información que el solicitante declara.
Pero, además, es necesario tener una cuenta de bancos, desde la cual se pueda transferir el dinero que se va a invertir hacia la cuenta de corretaje. Y aunque parezca obvio, se necesita tener unos ahorros, es decir un dinero excedente que no se necesita en el corto plazo, para que se invierta. Nuevamente, hoy en día es más fácil hacer esto que en el pasado, porque los corredores de bolsa no exigen montos mínimos para abrir las cuentas.
De manera que, hasta aquí, todo luce sencillo. Se abre la cuenta de corretaje en línea, se fondea esta cuenta (es decir se transfieren los fondos a invertir) y ya. ¡Estamos listos para invertir en la bolsa de valores!
Pero aquí es dónde se va complicando la cosa… ¿En qué vamos a invertir? ¿Cómo escogemos los instrumentos que van a formar nuestra cartera o portafolio de inversión? ¿En qué proporciones compraremos esos instrumentos? ¿Y a qué precio será conveniente comprar o vender?
Para responder a estas preguntas, la mayoría de la gente no tiene herramientas a disposición. En efecto, invertir con criterio y bien requiere tener un conocimiento que pocas personas tienen. Y ese conocimiento sólo se adquiere mediante una combinación de estudios formales, experiencia en el comportamiento de los mercados y mucha práctica. Todo lo cual, requiere de mucho tiempo.
Así que invertir en la bolsa de valores, podríamos decir que es cómo tocar un instrumento musical: es fácil conseguir uno y tenerlo a disposición, pero no avanzamos mucho si no hay alguien, un maestro, que nos ayude.
En este caso quien no va a ayudar es un Asesor de Inversión. Los asesores de inversión son profesionales que tienen todas las herramientas para guiarnos en el proceso de inversión. Ellos no sólo tienen la formación teórica que sustenta su trabajo, sino que manejan los detalles operativos del funcionamiento de los mercados financieros y tienen usualmente muchos años de experiencia viendo cómo los mercados se comportan en función de lo que pasa en el mundo económico y político. Ellos no solamente van a ayudarnos a responder esas preguntas que nos paralizaban, sino van también a examinar nuestros objetivos, nuestra salud financiera, nuestros temores y preferencias y así a recomendarnos las inversiones que mejor nos convienen.
En nuestro Asesor de Inversión (preferiblemente oficialmente registrado y licenciado para esa actividad) vamos a confiar el manejo de nuestras inversiones en la bolsa de valores. Es, por tanto, importantísimo escoger bien a nuestro Asesor de Inversión, tal y como lo es escoger a nuestro médico, porque a él vamos a confiar esos ahorros que tanto han costado y que tan importantes son para nuestro futuro.
Entonces, ¿no se puede invertir en la bolsa de valores por nuestra propia cuenta? La respuesta es: sí, pero siempre y cuando lo que vayamos a invertir no represente nada relevante de nuestro patrimonio, porque sin una guía profesional que nos oriente, es muy probable que aprendamos "a los golpes” y los resultados sean muy diferentes a lo que esperamos. Lo recomendable es avanzar de la mano de un asesor de inversión de confianza, con quien tengamos una buena comunicación y de quien podamos ir aprendiendo a lo largo del camino los elementos esenciales del proceso de inversión.
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