Cómo era fácil de anticipar, yo no considero que emprender sea equivalente a invertir. En efecto, existen diferencias importantes ya en materia de lo que se necesita para ser exitoso en cualquiera de las dos actividades. Para ser un empresario exitoso seguramente se necesita tener una personalidad propensa a tomar riesgos y una inclinación a ser optimistas, pero además se requieren habilidades y destrezas especiales, como el ser ordenado, consecuente, tenaz y saber manejar relaciones interpersonales con todos los que interactúan en el negocio (clientes, empleados, proveedores, etc,) Invertir, por el contrario, es una actividad que puede ser llevada a cabo con mucho menos esfuerzo y conocimientos específicos.
Pero además existen factores diferenciadores adicionales, que tienen que ver con las cualidades de un buen emprendimiento o de una buena inversión.
Cuando mi compadre me invitó a que pusiera una buena parte de mis ahorros en un proyecto de armar un negocio de granjas hidropónicas para exportar lechugas, me hice varias preguntas:
¿ Qué pasa si necesito de pronto e inesperadamente ese dinero que voy a ponen ahí? ¿ Y si me peleo con mi compadre y quiero salirme?
¿ Qué cantidad de trabajo y esfuerzo tendré que dedicarle a ese emprendimiento para estar seguro que prospere?
¿ Lo que esperamos ganar de ese negocio es suficientemente grande?
¿ No estaré poniendo demasiado dinero en un sólo proyecto, que puede fracasar por cualquier motivo inesperado?
Mis dudas tenían que ver con cuatro aspectos fundamentales que he descubierto con los años ser fundamentales:
- Liquidez
- Costos escondidos
- Rentabilidad
- Concentración de riesgo
Seguiremos conversando del tema...
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