Para muchas personas que han tenido la disciplina del ahorro, llega un momento en que piensan dar el gran paso y emprender un proyecto, financiado con esos ahorros. A todos ellos, mis felicitaciones por el esfuerzo, la constancia y los logros obtenidos! Sin embargo, me siento obligado a hacer algunas observaciones y encender algunas luces de atención, por si acaso usted está en esa situación.
Quien considera iniciar un proyecto de emprendimiento generalmente espera obtener, en un plazo relativamente corto, unos ingresos que le permitirán al menos cubrir sus gastos y recuperar el dinero que sirvió para financiar el proyecto. En este sentido, podría parecer que emprender es una forma de invertir. Yo, sin embargo, difiero de verlo así. Y la razón es que invertir (inteligentemente) implica respetar al menos tres condiciones que un emprendimiento por lo general no posee simultáneamente.
¿Cuáles son esas tres condiciones que deben estar presentes en una inversión inteligente?
Seguiremos en el tema en una próxima nota, pero por ahora les dejo con esa pregunta, para que lo piensen....
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